Eres el chorro a propulsión con el
que fabricábamos nuestros sueños de adolescente. Eres un millón de partículas
en suspensión, que transmuta la materia para convertir lo gris en algo hermoso.
Eres la última frontera, el último espacio de libertad entre los muros
opresivos de la gran ciudad. Eres droga, el principio y el fin de una adicción.
Eres la eterna promesa de un arte libre, del arte del siglo XXI, de la
rehumanización de una especie que avanza imparable hacia su conversión en
números y datos estadísticos.
jueves, 27 de diciembre de 2012
sábado, 22 de diciembre de 2012
ESTOY MIRANDO POR LA VENTANA
Estoy
mirando por la ventana, fumando un cigarro. Son las cinco de la mañana pero no
puedo dormir. Hace mucho frío aunque apenas lo siento. El silencio de la calle
se ve interrumpido por el ruido de los pocos coches que la atraviesan,
conducidos por hombres solos. Siempre por hombres solos. Las cinco de la mañana
es la hora de los hombres solos. Las farolas iluminan el parque de enfrente de
mi casa, con sus árboles desnudos. El hielo comienza a llenar los cristales de
los coches y ahora sí siento el frío. Tiemblo mientras apuro el cigarro y
expulso el humo, que se alza denso hacia el cielo. Lo observo unos instantes,
girando en espiral, resistiéndose a desaparecer.
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